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Reflexiones sobre la sexualidad sagrada en los niños...

Cuando veo a mi hijo, todavía pequeño, descubriendo su pene y pienso en su sexualidad, pienso en cómo mis palabras pueden afectarla o mas bien, afectar el desarrollo saludable de su sexualidad.

Es cierto que los niños pasan por diferentes etapas de desarrollo y que no siempre es necesario o incluso saludable ser completamente explícitos, pero sí siempre honestos. Entonces, ¿cómo adaptamos las explicaciones, para que ellos con su concepción de la vida puedan entender lo que queremos decirles?

Permitir la autoexploración.

Creo que los niños deben explorarse, deben tocarse, para aprender a poner su propio límite. Ellos tienen que entender desde su propio cuerpo cuáles son las cosas que les producen placer y las que les molestan y ese saber viene de la experimentación, de la vivencia.

Con esa información ellos luego podrán decir no, cuando saben que algo está por cruzar un límite que ellos no quieren cruzar y que no quieren que otros crucen por ellos. Tienen que encontrar los límites de su propio cuerpo, para poder respetarlo y así exigir respeto de los demás.

Y cómo hacemos? Respetando.

Para poder proteger a nuestros hijos, debemos dejarlos explorar. Los niños (y los adultos también) ante una situación nueva y peligrosa, tienden a volver al cuidador, antes de seguir adelante. Nosotros debemos estar atentos a las preguntas y acciones de nuestros hijos, para poder ser mejores guías. Escuchar qué los aquieta, qué les produce curiosidad. Eso es el apego seguro.

Debemos proveer un ambiente seguro para que ellos puedan explorarse tranquilos. Advertir cuándo no es apropiado, sin reprimir, y siempre ofreciendo una alternativa saludable. "Acá en la plaza no, pero en casa/tu habitación/cuando te bañás sí"

Los padres acompañamos.

Charlar con ellos, mucho. Contarles que ese es su cuerpo y que nadie puede hacerle algo que ellos no quieran. Decirles que deben respetarlo y que ellos tienen derecho a su propia intimidad, pero que es de ellos, y de nadie más. Que cuando ellos lo consideren podrán compartir esta intimidad con alguien más, pero siempre que estén seguros y se sientan seguros de hacerlo.

Llamar las cosas por su nombre, que tienen un pene o una vulva, un útero, que tienen testículos, ovarios. Que tienen distintas funciones, que por un lado hacemos pis, por otro nacen los bebés, que tenemos flujo y semen, y miles de cosas más. E ir adaptandolo a las curiosidades de ellos.

Estar tranquilos. 

Pensar que ellos siempre nos van a ir demostrando lo que necesitan, como lo hicieron siempre, desde bebés. Y que los chicos siempre preguntan lo que necesitan saber, sólo tenemos que estar atentos. Que las respuestas suelen ser mucho menos elaboradas de lo que pensamos, porque si necesitan más información nos lo van a hacer saber. Sin enroscarnos en explicaciones que quizás no puedan entender todavía.

Confiar que estamos criando seres respetuosos, para que se respeten y respeten a los demás.

Que la sexualidad es algo hermoso y valioso, porque es lo que los trajo a nuestros brazos y no hay nada más maravilloso que eso.

.•.¸¸•´¯`•.¸¸.ஐ Somos Mamíferas ஐ..•.¸¸•´¯`•.¸¸.

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